PLC



¿Qué es un PLC?
Un PLC (ProgrmableLogicController) por sus siglas en inglés o también llamados autómatas, es un dispositivo electrónico digital compuesto por chips y circuitos, tiene un microprocesador donde se ejecutan los programas, una memoria donde se almacena la información y buses por donde circulan los datos.

Es capaz de ejecutar una serie de instrucciones, un programa, que además se puede modificar tantas veces como sea preciso, lo cual le proporciona una gran versatilidad y la posibilidad de adaptarlo a la resolución de muy diversos problemas. Dada su utilización en entornos industriales está preparado para soportar condiciones de trabajo muy exigentes como pueden ser vibraciones, humedad, perturbaciones electromagnéticas o impactos.

Un ejemplo de la utilización de un autómata o PLC podría ser su aplicación al control de un túnel de lavado de automóviles. Las señales que el autómata recibiría del sistema serían el pulsador de puesta en marcha, los finales de carrera, el detector de la altura del automóvil, etcétera. En función de estas señales que indican la posición del automóvil, el autómata decidiría los dispositivos que se tienen que activar en cada momento, espitas de agua, sistema de tracción, cepillos giratorios, secador, y los iría poniendo en marcha uno tras otro mediante las salidas a las que están unidos eléctricamente.
Arquitectura de un PLC:
En cuanto a su estructura externa existen básicamente dos tipos de PLC’S: los compactos y los modulares. Los PLC’S compactos incluyen en un solo aparato todos los elementos necesarios para su funcionamiento: la fuente de alimentación, la circuitería de proceso (CPU y memoria), las entradas y salidas y los puertos de conexión. Los PLC’S modulares en cambio están constituidos por diversos módulos, la fuente de alimentación por un lado, la unidad de procesamiento de la información por otro y las entradas y salidas en un módulo aparte. Sin embargo esta clasificación es un tanto arbitraria ya que incluso los PLC’S compactos tienen la posibilidad de ser ampliados con nuevos módulos.

Al módulo principal se le pueden añadir otros específicos en función de las necesidades que imponga el proceso a controlar. Los módulos pueden ser de entradas o salidas analógicas, de entradas y salidas digitales adicionales, de comunicaciones, fuentes de alimentación adicionales y otros para finalidades muy concretas como posicionamiento de ejes, servo controladores, entradas de termopar o control PID. Los distintos módulos se conectan al principal a través de un bus externo.

La estructura modular proporciona flexibilidad y permite adaptar el PLC a distintas necesidades. Gracias a los diversos módulos es posible confeccionar un equipo de control a medida para cada finalidad específica. Además permite efectuar posteriores actualizaciones y ampliaciones sin necesidad de modificar todo el sistema de control. También facilita una reparación rápida sustituyendo simplemente los módulos averiados.

Los PLC’S disponen de una guía en la parte posterior para montarlos sobre carril DIN y puntos de anclaje para fijarlos en placa perforada que son los sistemas habituales de sujeción en cuadros y armarios eléctricos.

Los PLC’S están diseñados para trabajar en ambientes industriales que pueden generar condiciones adversas para el equipo tales como vibraciones, impactos, humedad elevada, temperaturas extremas, gases corrosivos, polvo metálico o mineral y perturbaciones eléctricas. Los de mayor calidad, destinados a estar expuestos a las condiciones más exigentes, se fabrican con técnicas especiales, como el barnizado de circuitos, para garantizar su fiabilidad y resistencia. A pesar de su robustez es conveniente tratar de minimizar el impacto de los medios agresivos y seguir las recomendaciones de instalación y mantenimiento de los fabricantes.

Fuente de alimentación del PLC:
La fuente de alimentación proporciona las tensiones necesarias para el funcionamiento de los distintos circuitos del sistema. Es la encargada de convertir la tensión de la red, 220V en corriente alterna (C.A.), a la tensión que precisa la CPU, normalmente 24V en corriente continua (C.C.). Aparte de los circuitos internos del autómata, también se puede utilizar para alimentar los dispositivos que se conectan a las entradas tales como detectores inductivos, volumétricos, finales de carrera o pulsadores. Con este fin el PLC dispone de un borne que está a 24V C.C. tensión proporcionada por la misma fuente.

La fuente de alimentación forma parte generalmente del módulo principal del PLC aunque en algunos casos los fabricantes la suministran en un módulo separado. Es usual que las unidades de entradas / salidas adicionales tengan su propia fuente de alimentación para proporcionar la potencia suficiente a los accionamientos conectados a ellas.

El PLC suele incorporar también una batería tampón, que se utiliza para mantener algunas posiciones de la memoria RAM cuando se apaga el autómata o falla la alimentación.

Unidad central de proceso del PLC:
La unidad de proceso o CPU (Central ProcessingUnit) es el cerebro del PLC, la parte inteligente capaz de ejecutar las instrucciones del programa y controlar todo el sistema. La CPU está constituida físicamente por el microprocesador, las memorias y los circuitos electrónicos complementarios.

Mediante el programa básico del PLC, grabado por el fabricante en la memoria ROM y equivalente a lo que en un ordenador denominamos sistema operativo, la CPU se encarga en primer lugar de ejecutar el programa del usuario. Además se encarga también de efectuar la supervisión y autoevaluación de todo el sistema, gestionar las comunicaciones con los periféricos y otros PLC’S, controlar el tiempo de duración del ciclo y de otra serie de funciones necesarias para el correcto funcionamiento del PLC.

La ejecución del programa del usuario se hace mediante un proceso cíclico denominado scan o ciclo de ejecución (lectura de las entradas, ejecución de las instrucciones y escritura de las salidas).

La memoria del PLC:
La memoria del PLC sirve para almacenar los programas y los datos del proceso. Se utilizan siempre varios tipos de memoria de distinta tecnología (RAM, ROM, EEPROM) para cubrir diferentes funciones y necesidades. A pesar de estar físicamente en chips diferentes, para el microprocesador constituyen un bloque único accesible a través del bus.

Como es bien sabido existen básicamente dos tipos de memoria: volátil y no volátil. Las memorias volátiles se pueden leer y escribir fácilmente pero tienen el inconveniente de perder la información grabada si no se mantiene la alimentación. Por el contrario, las memorias no volátiles mantienen la información aunque se desconecte el PLC o falle la alimentación pero su lectura y escritura es mucho más lenta. En el PLC, se utilizará una u otra según el tipo de datos y la función que deba ejercer.

Los distintos tipos de memoria que se utilizan y sus funciones son los siguientes:

RAM (Random Access Memory, memoria de acceso aleatorio) Es una memoria rápida pero volátil en la que los procesos de lectura y escritura se efectúan eléctricamente. Es la que utiliza la CPU durante la ejecución del programa del usuario para almacenar las variables, el valor de los contadores y temporizadores, las imágenes de entradas y salidas y todos los resultados intermedios. En muchos casos está conectada a una pequeña batería para mantener ciertas posiciones de memoria cuando falla la alimentación y que estas pueden ser leídas en la reinicialización si fuera necesario.

ROM (ReadOnlyMemory, memoria de solo lectura). Se puede leer su contenido pero no se puede escribir en ella, los datos que contiene son grabados por el fabricante. Se utiliza para almacenar el sistema operativo y el usuario no tiene acceso a ella. Es una memoria no volátil por lo que mantiene la información aunque no tenga alimentación.

EEPROM (ElectricallyErasableProgrammable ROM, ROM programable y borrable eléctricamente). Es un tipo de memoria ROM que puede ser escrita y borrada eléctricamente. Se trata de la misma tecnología de las cada vez más extendidas memorias flash que utilizan los lápices de memoria y otros dispositivos. La lectura se puede efectuar un número ilimitado de veces pero sólo se puede grabar y borrar entre 100 mil y un millón de veces. Se emplea para almacenar el programa de usuario. En algunos casos se utiliza como método alternativo a la batería tampón para guardar una copia de la memoria RAM cuando se pierde la alimentación. Los módulos y cartuchos de almacenamiento externo que se pueden añadir al autómata están constituidos por este tipo de memoria.


Entradas y salidas del PLC:
El control de una máquina o proceso no es posible sin un continuo intercambio de información entre el equipo de control y dicho proceso. En primer lugar es preciso que el PLC reciba información sobre el estado del sistema a gobernar y por otro lado debe ser capaz de actuar sobre el mismo. En el caso de los PLC’S, este intercambio de datos y órdenes se realiza a través de las unidades de entradas y salidas.

La unidad de entradas y la unidad de salidas son los elementos más característicos de un PLC, los que en mayor medida le distinguen de un ordenador. En cuanto a memoria y a capacidad de tratamiento de datos un ordenador es netamente superior a un PLC, en cambio carece de una interfaz capaz de recibir señales digitales y analógicas procedentes del entorno, de convertirlas y adaptarlas para que sean tratables por la CPU y de activar y desactivar dispositivos externos mediante una serie de “interruptores”.

La parte externa de las citadas unidades está constituida por una serie de bornes a los que se pueden conectar eléctricamente distintos dispositivos. A las entradas se conectan los detectores colocados en el sistema que nos informan de la situación y magnitudes del mismo (temperaturas, presiones, posiciones, niveles, velocidades, etcétera). A las salidas se conectan los actuadores (relés, contactores, electroválvulas, motores, luces) que nos permiten intervenir en el proceso. Sin embargo la parte fundamental de ambas unidades no son los bornes sino los circuitos electrónicos que adaptan las tensiones externas para ser tratadas por la CPU, los circuitos de protección que proporcionan separación eléctrica y los circuitos de conversión analógico / digital. Normalmente también incorporan una serie de leds en la carcasa del PLC para indicar si cada una de las entradas y salidas se encuentran o no activadas.

En los PLC’S compactos las unidades de entradas y salidas forman parte del módulo principal mientras que en los modulares pueden constituir un módulo aparte. En cualquier caso se pueden añadir módulos adicionales con entradas y salidas de distintos tipos: analógicas o digitales y salidas a transistor, triac o relé.

Hay que tener siempre presente que la misión de un PLC no es proporcionar potencia sino actuar como equipo de control de un sistema. Los elementos de potencia se activarán indirectamente a través de contactores y contarán con su propia alimentación. Si en una instalación industrial, por ejemplo, se utiliza un motor trifásico que consuma una potencia elevada no estará evidentemente conectado al autómata sino que será activado por éste a través de un contactor.

Entradas del PLC:
Las entradas sirven para que el PLC reciba información procedente del sistema que se desea controlar a través de detectores y sensores colocados en el mismo.

Las entradas pueden ser digitales o analógicas. Las entradas digitales o binarias se caracterizan por tener solo dos estados posibles que corresponden a la presencia o ausencia de tensión o corriente. A ambos estados se asocian los valores lógicos 1 y 0 siguiendo el criterio de lógica positiva, es decir si tenemos tensión (24V) en bornes representa un 1, si no hay tensión equivale a un cero. A cada entrada digital le corresponde un bit en la memoria del PLC.

Los principales elementos que se pueden conectar a una entrada digital son:

- Pulsadores e interruptores: Permiten transmitir órdenes al PLC por parte de un operario humano, por ejemplo un paro de emergencia o el arranque de una operación.



- Final de carrera: Es un dispositivo que detecta el paso de un objeto por contacto físico con el mismo. Mediante un mecanismo se cierra una conexión eléctrica al pasar el objeto.

- Detectores de proximidad: Son dispositivos electrónicos que detectan el paso o presencia de una pieza u objeto sin necesidad de contacto físico. Los más utilizados son los inductivos para detectar piezas metálicas y los fotoeléctricos que se activan al ser cortado un haz de luz. Al tratarse de circuitos electrónicos necesitan alimentación eléctrica que puede ser suministrada por el propio PLC.

- Detector de proximidad magnético: Es un dispositivo basado en un relé magnético (tipo reed) que se coloca al paso de la pieza a detectar. Dicha pieza debe llevar adosado un imán que activa el relé cuando pasa a su lado. No hay contacto físico.

- Detector de proximidad inductivo: Está formado por un circuito LRC oscilante que genera un campo magnético y cuya impedancia varía al aproximarse una pieza metálica.

- Detector de proximidad capacitivo: Está formado por un circuito oscilante basado en un condensador cuya capacidad varía al acercarse un objeto. No hace falta que la pieza sea metálica pero no es tan preciso como el detector inductivo.

- Detector de proximidad fotoeléctrico: El dispositivo emite un haz de luz que al ser cortado o reflejado indica la presencia o el paso de un objeto.
- Termostatos y presostatos: Nos indican si se ha alcanzado una determinada temperatura o presión.
- Fusibles, magnetotérmicos y diferenciales: En muchos casos los elementos de protección de los circuitos de potencia se conectan, a través de un contacto auxiliar, a las entradas del PLC para que este sepa que se ha producido una determinada circunstancia y pueda actuar en consecuencia.

Tal como se ha mencionado, los dispositivos que se conectan a las entradas se pueden alimentar desde el propio PLC. Con este fin dispone de un borne, conectado internamente a la fuente de alimentación, que proporciona una tensión de 24V.

Se pueden distinguir dos tipos de captadores: pasivos y activos. Los captadores pasivos son aquellos que cambian su estado lógico (activado / no activado) por medio de una acción mecánica tales como interruptores, pulsadores y finales de carrera. Los captadores activos son dispositivos electrónicos que necesitan alimentación eléctrica para funcionar y cambiar su estado lógico. Este es el caso de los diferentes tipos de detectores de proximidad, inductivos, capacitivos y fotoeléctricos. En las siguientes figuras se muestra el modo de efectuar la conexión de cada uno de ellos.


Conexión de captadores pasivos:


Conexión de captadores activos:

Las variaciones bruscas de tensión en las señales externas que se reciben en el PLC podrían dañar los circuitos internos por lo cual es preciso protegerlos. Por este motivo los bornes de entrada no están conectados directamente a los circuitos internos del PLC sino que están separados eléctricamente mediante un optoacoplador. Gracias a este aislamiento eléctrico se evitan sobretensiones y ruido en los circuitos lógicos de la CPU.

Las entradas analógicas permiten la lectura de una magnitud eléctrica (tensión o corriente) que varía continuamente en el tiempo y que puede adoptar cualquier valor dentro de un rango determinado. La variable eléctrica es a su vez la medida de una magnitud física (temperatura, caudal, presión) que es la que interesa conocer y es proporcionada por un dispositivo medidor. La magnitud eléctrica que se recibe en la entrada se transforma mediante un convertidor analógico / digital en un valor numérico codificado binariamente, es decir en una palabra de 8 o 16 bits, que ya puede ser tratado por la CPU del PLC. Las entradas analógicas aceptan señales de tensión o corriente cuyos valores varíen en los intervalos: 0 a 10Vcc, -10 a +10Vcc y 4 a 20mA.

Salidas del PLC:
Al igual que las entradas, las salidas digitales se caracterizan por tener dos estados posibles correspondientes a los estados lógicos 1 y 0 y que físicamente se traduce en que el contacto esté a tensión (24V) o sin ella (0V). Cuando el PLC pone la salida a tensión se activa la carga unida a ella y se desactiva en caso contrario. Es decir, las salidas binarias se utilizan para conectar o desconectar los dispositivos unidos eléctricamente a ellas y actuar de esta manera sobre el sistema a controlar.

En los bornes de salida del PLC se pueden conectar directamente a actuadores de pequeña potencia como pueden ser pilotos luminosos, electroválvulas o motores paso a paso. Sin embargo, dado que la corriente que puede soportar la salida está limitada, en la mayoría de los casos la conexión es indirecta y se hace a través de un contactor que es el encargado de activar la carga. El dispositivo que se debe poner en marcha tendrá una alimentación independiente, puede ser trifásica por ejemplo, y es la bobina del contactor la que se une directamente a los bornes del PLC.

Existen tres tipos de salidas:
Salida por transistor: El elemento interno del PLC que efectúa la conmutación es un transistor por lo que solo se pueden conectar a él cargas en corriente continua. Estas salidas son apropiadas para accionar dispositivos de pequeña potencia que requieran una conmutación rápida. Las salidas suelen estar asociadas en grupos de 4 u 8 con un polo de tensión en común por lo que todas tienen que trabajar a la misma tensión.

Salidas por triac: El triac es un dispositivo semiconductor similar a un transistor pero a diferencia de éste es bidireccional, es decir permite el paso de la corriente en ambos sentidos. Este tipo de salida se utilizará para conectar cargas en alterna pues el triac permite conmutar esta corriente. Al tratarse de un semiconductor la frecuencia de conmutación puede ser muy elevada, su vida útil es mucho mayor que la de un relé y la intensidad soportada suele ser del mismo orden e incluso superior. Igual que en el caso anterior todas las salidas tienen que trabajar a la misma tensión.

Salidas por relé: El elemento que efectúa la conmutación es un relé. Este tipo de contacto es el más versátil pues cada salida es independiente, puede trabajar a una tensión diferente y se puede utilizar tanto para corriente continua como para alterna. Al tratarse de un elemento electromecánico su vida útil es mucho menor que la de un semiconductor. Este tipo de salida suele utilizarse cuando el consumo alcanza cierto valor y la frecuencia de conmutación no es crítica.

Las salidas por transistor y triac tienen todas un polo en común que procede de la fuente de alimentación por lo que todas trabajan a la misma tensión. A cada salida le corresponde un único borne y la carga es alimentada por el propio autómata. Por el contrario, las salidas por relé son independientes unas de otras y a cada una de ellas le corresponden dos bornes. En este caso la carga deberá tener su propia alimentación y el relé actuará exactamente igual que un interruptor al cerrar un circuito. En las imágenes siguientes se ilustra la diferente manera de conectar la carga según el tipo de salida.


Salidas con semiconductores (transistor o triac):

Salidas a relés:
Los circuitos internos del PLC no están conectados directamente a la salida. Igual que en el caso de las entradas, la conexión entre la parte lógica y el circuito de potencia se establece mediante un optoacoplador que proporciona una separación eléctrica entre ambos. Las salidas cuentan además con circuitos de protección para atenuar los picos de tensión transitorios que se generan al desconectar una carga de tipo inductivo que suelen ser las más habituales.

Las salidas analógicas proporcionan señales de tensión o corriente variables, útiles para accionar válvulas proporcionales, variadores de velocidad para motores y otros dispositivos similares. La CPU calcula el valor numérico de la tensión que hay que proporcionar en cada momento y este dato es tratado por un circuito conversor digital / analógico que genera en la salida la tensión variable deseada. Los intervalos de tensión y corriente que generan estas salidas son: de 0 a 10V, de -10 a +10V, de 4 a 20mA y de 0 a 20mA, que son los usuales en instrumentación y control.

Programación del PLC:
La programación de un PLC no se efectúa sobre él mismo pues no posee una interfaz adecuada ni memoria suficiente para escribir, desarrollar y depurar un programa.

Las consolas de programación son pequeños aparatos de bolsillo, similares a una calculadora, que permiten efectuar la programación, ajuste y diagnóstico del PLC. Dichas unidades de programación cuentan con un teclado alfanumérico y una pantalla LCD de varias líneas con los que se puede redactar el programa de usuario e introducirlo en el PLC. Es la manera más directa de efectuar la programación pero supone un procedimiento engorroso y poco intuitivo. Su uso ha sido ampliamente sustituido por los ordenadores y se reservan solo para realizar pequeños ajustes en planta, la puesta a punto y lecturas de datos.

Actualmente se utilizan los ordenadores como terminales de programación. Su potencia de cálculo y versatilidad los convierten en ideales para desarrollar está función. Las herramientas de programación son mucho más potentes, los entornos gráficos permiten visualizar los diagramas completos, se puede monitorizar el proceso  mediante software de adquisición de datos (SCADA), es posible trabajar en más de un lenguaje de programación, etcétera. Los PLC’S poseen un puerto, normalmente un RS232, a través del cual se transmite el programa de usuario una vez elaborado en el ordenador.

Además de los equipos de programación existe un amplio número de dispositivos auxiliares que se pueden conectar al PLC para realizar distintas funciones. Entre ellos los más usuales son displays, teclados alfanuméricos, lectores de códigos de barras y otros.

Lenguajes de programación del PLC:
Para elaborar los algoritmos que ejecutarán los PLC’S, existen varios lenguajes de programación muy distintos entre sí ya que se desarrollaron bajo enfoques diferentes. Por un lado están los lenguajes literales, similares a los que se utilizan en los ordenadores y microprocesadores y que consisten en una serie de instrucciones formadas por códigos alfabéticos y operandos. Por otro lado están los lenguajes gráficos que nacieron como una evolución de los esquemas eléctricos de uso común en automatización y que intentan representar de una manera simbólica los circuitos eléctricos reales que deberíamos realizar para controlar un determinado proceso.

La mayoría de los fabricantes permiten utilizar varios de los lenguajes más habituales. El uso de uno u otro lenguaje no depende más que de las preferencias y conocimientos del programador. Los más utilizados son el diagrama de contactos y la lista de instrucciones aunque también son frecuentes el diagrama de funciones y el Grafcet. Veamos a continuación una descripción básica de cada uno de ellos.

Diagrama de contactos (LADDER):
También se conoce como diagrama de relés, KOP por sus siglas en alemán o ladder por su nombre en inglés. Se trata de un lenguaje gráfico que expresa las relaciones entre las señales binarias que intervienen en el algoritmo como una sucesión de contactos en serie y en paralelo.

Hasta la aparición de los PLC’S, los automatismos se realizaban mediante circuitos formados por relés, contactores, temporizadores y contadores por lo cual los ingenieros que los diseñaban y los operarios encargados de su instalación y mantenimiento estaban habituados a trabajar con esquemas eléctricos. Para facilitar la programación siguiendo las mismas técnicas utilizadas hasta ese momento se desarrollaron los lenguajes gráficos que trasladan los diagramas eléctricos al interior del PLC.

Cada una de las señales binarias que se han de manejar se representa gráficamente mediante un contacto o una bobina. La lógica que se desea implantar se expresa mediante una sucesión de contactos en serie y en paralelo que activan las bobinas o relés de salida. La combinación de contactos (variables, señales) con dos estados (abierto / cerrado) permite definir cualquier tipo de función lógica. Además se dispone de contadores y  temporizadores que unidos a contactos y bobinas permiten elaborar cualquier circuito de control.

El diagrama de contactos es el lenguaje más intuitivo ya que permite visualizar gráficamente el circuito de control que se realizaría en la práctica. La programación se efectúa desde un punto de vista mucho más cercano al montaje físico, más en términos de elementos a conectar, relacionar, activar y desactivar que en términos de instrucciones de programa y variables.

Lista de instrucciones:
También se conoce como lenguaje nemónico o por sus siglas en alemánAWL y es un lenguaje literal.

Es similar a los lenguajes ensambladores utilizados en los sistemas digitales programables como microprocesadores y microcontroladores. Cada operación básica se indica mediante un código alfabético o nemónico que va seguido de los parámetros u operandos necesarios. Los códigos que definen las operaciones lógicas (and, or, not) se completan con otras expresiones para describir las funciones de contaje,  temporización, operaciones aritméticas, saltos, etcétera. Se puede considerar como una transcripción aun código literal de las ecuaciones de Boole que definen una secuencia de control.

A pesar de ser menos intuitivo, mucho más difícil de interpretar en especial si no se ha redactado el algoritmo y resultar la depuración de errores mucho más tediosa, los defensores de la utilización de la lista de instrucciones afirman que este lenguaje permite un control más completo y profundo de las funciones del  PLC.

Diagrama de funciones:
Es un lenguaje gráfico también conocido como plano de funciones, diagramade puertas lógicas o por sus siglas en alemán FUP.

La programación en este lenguaje consiste en hacer un esquema del circuito de control utilizando las puertas lógicas características de los diagramas electrónicos. Es usado por aquellos programadores habituados a diseñar circuitos electrónicos digitales. Al igual que sucede con otros lenguajes, las puertas lógicas no abarcan todas las funciones que puede realizar el PLC por lo que se completa con instrucciones específicas para manejo de datos, cálculos aritméticos, etcétera.

Grafcet:
El grafcet no es propiamente un lenguaje de programación sino más bien un método para analizar, desarrollar y estructurar un programa. El grafcet ("graphe de commandeetape-transition" o "gráfico de mando etapa-transición" en español) es un procedimiento gráfico que permite representar cualquier proceso secuencial, de modo que no solo sirve para describir un automatismo sino que se podría utilizar para elaborar una receta de cocina, organizar un proyecto de construcción o pormenorizar un ensayo de laboratorio. Es similar a un diagrama de flujo o a un árbol de decisión pero mucho más formalizado y estructurado. La creación del grafcet fue motivada por las dificultades que comportaba la descripción de automatismos con varias etapas simultáneas utilizando los lenguajes normales.

En síntesis consiste en dividir un determinado proceso en etapas durante cada una de las cuales se ejecutan una serie de acciones. El paso de una etapa a otra se efectúa siempre mediante una transición en la que deben cumplirse una o varias condiciones para que tenga lugar. El proceso es cíclico ya que la etapa final siempre dirige a la inicial. El proceso se puede bifurcar en varias ramas simultáneas que concurrirán posteriormente. En la representación gráfica se observa la concatenación de las etapas, las transiciones y las ramas en que se divide el proceso, proporcionando una visión general del mismo. El grafcet es pues un método que nos ayuda sobre todo a analizar a fondo el proceso, ver cuáles son sus diferentes fases y estructurar adecuadamente el algoritmo ya que una vez hecho esto, la programación de las acciones a realizar en cada una de las etapas se efectúa ya en diagrama de contactos o en lista de instrucciones. Lógicamente el empleo del grafcet se justifica cuando se trata de analizar procesos complejos con muchas operaciones simultáneas, diferentes fases y etapas paralelas.

La norma IEC 1131-3:
A pesar de que hablemos de “lenguaje de programación” como si hubiese un único estándar perfectamente definido, en realidad existen tantos lenguajes como fabricantes. Históricamente cada compañía ha desarrollado un lenguaje adaptado a su producto con nomenclaturas, funciones y sintaxis propias. Esta situación intentó ser resuelta por la IEC (International ElectrotechnicalCommission) con la publicación de la norma IEC 1131-3 que pretende estandarizar los lenguajes de programación utilizados en los PLC’S. Las ventajas de la normalización de los lenguajes son evidentes ya que una misma aplicación se podría ejecutar en cualquier aparato y los programadores no se verían obligados a adaptarse a las peculiaridades de cada equipo. Aunque la norma data del año 1993, a día de hoy todavía no se ha conseguido la convergencia completa entre las distintas versiones de los lenguajes para PLC’S.

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El contactor (Documento)

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